A a partir de: Las Avispas, de Aristófanes(1)
Esta comedia condensa ironía y humor, a partir de símbolos, tropos,
proverbios, etc., y deja entrever una crítica
del autor al poder establecido. Hay espacio para tópicos, supersticiones, dimensión
onírica; para la cita de personajes míticos; para denuncias sociales… Bdelicleón, hijo de Filocleón (personajes principales)
insistirá en la situación de esclavitud en que viven los magistrados,
personalidades con gran responsabilidad social en la antigua Grecia, pero mal
remunerados. Protegerá con astucia y sutil retórica a su padre de los
aguijones de las agresivas avispas (jueces y colegas de Filocleón); éste sufre
la pasión por los pleitos y está “ciego”, mas su hijo tratará de “abrirle los
ojos”. Aquel seguirá con sus juicios, pero en su propia casa. Dividimos el
comentario en tres apartados: Política
y justicia, Padres e hijos y Teatro.
Política y justicia.
Esta obra se inicia con la conversación que mantienen
dos sirvientes, Sosias y Xantias, quienes se cuentan el uno al otro lo
que han soñado en la noche pasada. Ambos tratan
de interpretar los sueños y juegan a las adivinanzas. Como han soñado con animales,
deben descodificar los mensajes ocultos: superstición.
-Sosias: “¿cuál es el animal que arroja su escudo por tierra, por el
aire y en el mar?”.
-Xantias: “es muy mal agüero el de un hombre
arrojando su escudo”.
Tratan de descifrar lo simbólico, pero apuntan
alto: hablan de políticos; por ejemplo, de Cleónimo
o Alcibíades, p.3. Estos poderosos
ejercen dominio sobre las principales
magistraturas - paralelismo, en cierto modo, con la actualidad: los magnates dibujan las
políticas a seguir en el planeta; los políticos secundan sus consignas; y el
resto de la humanidad vive más o menos esclavizado-. Bdelicleón se lo hace
saber a su padre (Filocleón), para que despierte de su sueño:
-“podíais enriqueceros sin dificultad, si
no os dejaseis arrastrar por esos aduladores que están siempre alardeando de
amor al pueblo. Tú, que imperas sobre mil ciudades desde la Cerdeña al Ponto,
sólo disfrutas del miserable sueldo que te dan, y aún eso te lo pagan poco a
poco, gota a gota, como aceite que se exprime de un vellón de lana;
en fin, para que no te mueras de hambre”, p.20.
La justicia es otro de los asuntos peliagudos, en la antigüedad, hoy y, por
supuesto, en la obra. Se puede interpretar
como verdadera justicia teórica la que expresa estas palabras del
corifeo a Bdelicleón:
-“¡Cuán sabio era el que dijo!: ‘No juzgues sin haber oído a ambas partes.”, p.20.
Siguiendo con el asunto de la justicia… Hay otro
momento interesante en la comedia, aquel en que el hijo
convence al padre para dejar de ser avispa
en el avispero judicial y serlo en su propio jardín. Se iniciará una justicia
casera. El primer caso a juzgar es singular (El perro y el queso). Se solicita una pena de muerte con cepo. Lében
tiene que morir como un perro. Según opiniones, tiene pinta de ladrón. El testigo es otro perro; por cierto, muy ladrador.
Filocleón deberá dictar sentencia, luego de todas las pruebas presentadas.
Pero… Bdelicleón es un eficiente retórico y equilibra la balanza. El acusado es
feroz (ahuyenta los lobos) y valiente. El perro acusador, por el contrario,
es envidioso y glotón. El hijo convence, finalmente, al padre, de la inocencia de Lábes. Los jueces se
asemejan a las avispas. Son coléricos e intratables a veces.
Frecuentan avisperos o diferentes
tribunales. Entre ellos hay zánganos, y muchos de estos “saltan” a la política crítica, más o menos
explícita, ironía, etc., es la que deja entrever Aristófanes en muchos momentos-. Algunos son
descaradamente explícitos; cantan padre e hijo;
-Bdelicleón:“Nunca
hubo en Atenas un hombre…”;
-Filocleón:“Tan canalla y tan ladrón…”;
-Bdelicleón: “¿Eso
piensas contestar desdichado? Te cubrirán de invectivas; Cleón amenaza con
destruirte, exterminarte, deportarte.”, p.34.
El padre se explaya, animado por el vino, después de ciertas torpezas en
plena calle, de ciertos atropellos a la gente. Ahora tendrá que ser
él juzgado por las avispas, pero ríe insolente:
-“¡Ja! ¡Ja!, ¿Citarme a juicio! ¡Qué vejeces! ¿No sabéis que ya ni puedo
oír hablar de pleitos? ¡Ja! ¡Ja! Ahora tengo otros gustos: tirad las
urnas. ¿No os vais? ¿Dónde está el juez? Decidle que se ahorque.”, p.36.
Aristófanes da la vuelta al asunto, convierte, a través del personaje de Bdelicleón, la conciencia social ortodoxa de Filocleón,
en una de carnaval.
Padres e hijos
El vino, para los griegos, se traduce en
alegría, en fiesta y optimismo. Con él se inicia esta obra. Sosias, tras su ingesta,
se adormece. Éste le contará a Xantias que la afición a la bebida es de
personas decentes, p.4. Otro elemento popular es el juego. Pero hay más, la filoheliasta
(pasión, incluso vicio, por los pleitos) la sufre uno de los personajes principales, Filocleón. Su hijo lo
encierra porque trata de protegerlo. Sus motivos (los argumentará) no
son concebidos ni comprendidos por aquél. El padre trata de salir de la casa
por activa y por pasiva. Para muestra estas palabras;
-Xantias: “¡Oh, poderoso Poseidón!(2) ¿Quién hace tanto ruido en la chimenea?
¡Eh, tú! ¿quién eres?;
-Filocleón: “(tratando de salir por
la chimenea ) Soy el humo que salgo”, p.6.
También él pedirá socorro a sus colegas los jueces. Estos querrán
protegerlo de las maquinaciones de su hijo.
-El Corifeo: “Pondremos
el grito en el cielo.”;
-Bdelicleón: “Podéis estar seguros de que no lo soltaré”, p.12.
Xantias pondrá en entre aviso a su amo:
-“están provistos de
dardos (aguijones). ¿No los ves, mi amo?;
-Bdelicleón: “Son los que en el tribunal dieron muerte a Filipo, el discípulo de Gorgias.”,
p.13.
Amenaza a las avispas:
-“Pero, ¿no os iréis, por todos los dioses! Mirad que si no, estoy
resuelto a moleros a palos sin
descanso.”, p.14.
El hijo trata de convencer al padre, con
persuasión, pero también con lógica y dialéctica. Argumentan, luego de llamarle
esclavo de los políticos, que su trabajo no está lo suficientemente bien
pagado, y que, a fin de cuentas, lleva a cabo una labor sucia que beneficia a los poderosos. Esto parece que lo
hará, no sólo reflexionar, sino reaccionar.
-Filocleón: “¡Esclavo
yo! Yo, que mando a todo el mundo;
-Bdelicleón: “No lo creas; te haces la ilusión de que mandas, y eres
un esclavo; y si no, dime, padre:¿qué provechos obtienes de las
recaudaciones que le procuras a Grecia?”, p.15.
Decide soltarlo, una vez que es consciente de que su padre ha
entrado en razón, no para reconocer su error, sí para conversar
racionalmente, para dialogar con ánimo constructivo. El hijo, con gran
habilidad discursiva, va consiguiendo su propósito. El padre confiesa que
no cumple lo que promete, incluso hace apología sofística:
-“Cuando muere
un padre disponiendo con quién ha de casarse su hija y única heredera, nosotros hacemos
caso omiso del testamento y de la conchita (se cubría el sello con la valva de un molusco para conservarlo mejor) que con tanta gravedad cubre sus sellos, y entregamos
la hija a quien ha sabido ganarnos con sus súplicas.”, p.17.
Bdelicleón, cuando ve a su padre
titubear, flaquear, dudar de sí mismo, se apiada de verlo en tal estado y
le demuestra su afecto:
-“Esos intrigantes, cuando cobran miedo, os
dan la Eubea (una gran isla) y prometen distribuir cincuenta celemines,
y esos con mil molestias, midiéndolos uno por uno y exigiéndote, previa
justificación, de no ser extranjero. Ahí
tienes por qué te tengo encerrado siempre, con el deseo de ser yo mismo el que
te mantenga y librarte de insolentes burlas.”.
-El Corifeo: “Ahora me parece que tú
tienes sobrada razón”.
-El primer Semicoro: “(A Filocleón) Cede, cede a sus
consejos, colega y contemporáneo nuestro; no seas obstinado ni hagas alarde de tenacidad
inflexible. ¡Ojalá tuviera yo un pariente o amigo que así me
aconsejase!”, p.20.
También el coro ha sido persuadido. Al
padre le dice el hijo que ejerza de juez y sentencie, pero con el personal
doméstico. A duras penas aceptará. Incluso cambiará su aspecto. Todo en él será menos rígido. Más natural.
Teatro
El simbolismo y los
tropos son continuos, así pues, sus interpretaciones son obligadas; paquidermos, corderos,
cuervos, avispas… Ejemplo;
-Sosias: "aquel maldito paquidermo tenía una balanza en la cual pesaba grasa de buey";
-Xantias: “¡Maldición! Es la
Hélade; quiere despedazar a nuestro pueblo”.
Las aves suelen representar personas;
-Sosias: “A su lado creí
distinguir a Teoro (un protegido del político Cleón), sentado en el suelo con cabeza de
cuervo, y además a Alcibíades, que me dijo tartajeando: ‘Mira, Teolo tiene
cabeza de cuervo’”, p.3.
Los personajes, en
este caso los criados, se dirigen al público:
-“quiero explicar el asunto a los
espectadores”, p.4.
Por lo tanto, no debe quedar lugar para
las dudas en cuanto a las interpretaciones de lo simbólico. Otro elemento
son los tópicos (refranes, sentencias, proverbios, etc.) y las ironías y el
humor. El coro a Bdelicleón, quien se queja de la agresividad de las avispas:
-“aún no está el
perejil en la calle (no haber empezado a sufrir lo
peor)”, p.14. Filocleón a su hijo:
-“¿No te acuerdas de
cuando te sorprendí robando uvas y te até a un olivo y te vapuleé hasta el punto
de que daba gloria verte? –este tono recuerda un poco el
poema de Rodrigo García(3), Agamenón-“, p.13.
Son muy habituales las metáforas:
-“le obligaré a morderse su propio
corazón”, le dice el corifeo a Filocleón, en
referencia a su hijo, p.11. El coro va
cediendo a la determinación de Bdelicleón:
-“No lo hubiéramos conseguido
tan fácilmente si hubiesen comido versos de Filocles (poeta clásico; sus versos eran muy
duros)”, p.14. El padre siempre ha presumido de su labor de juez;
-“Mi poder es igual, igual al del padre
de los dioses, pues hablan de mí como del propio Zeus”. “Si mi mujer no me
da pronto la torta, tengo este quita pesares (el salario; que,
según su hijo no estaba a la altura), muralla en que se estrellan todos
los dardos”, p.18: pero, lo que son las cosas, después entrará por el aro que su hijo le muestre,
y en un a parte ya será un hombre nuevo:
-¡Mirad cómo se cumplen las predicciones!
Yo había oído decir, en efecto, que un día los
atenienses administrarían justicia en su propia casa y construirían en el vestíbulo
un pequeño tribunal”, p.22.
El segundo semicoro (avispas, jueces) reconoce que les es fácil procurarse
la subsistencia, pues pican al primero que se presenta, pero denuncian…
-“hay entre nosotros zánganos desprovistos
de aguijón, que se comen sin trabajar el fruto
de nuestros afanes […] es doloroso, ciudadanos, que quien nunca peleó […] se apodere de nuestro
salario”.
Reflexiones finales
Son dos los temas esenciales. Uno, el de
padre-hijo, la relación entre Filocleón y Bdelicleón. Éste ha tratado en todo
momento de proteger a su padre, quien, terco en sus ideas, no daba su brazo
a torcer y puso las cosas muy difíciles. Para Bdelicleón su padre es
un esclavo de los políticos (segundo tema principal). Es pagado con una miseria
de sueldo (tres óbolos), teniendo en cuenta los beneficios no solo económicos, que aquellos obtenían. La responsabilidad de los magistrados en aquella época era importante.
Humor, ironía, crítica, soslayada unas veces, pero clara y directa otras, al poder establecido.
(1)http://www.edu.mec.gub.uy/biblioteca_digital/libros/a/Aristofanes%20%20Las%20avispas.pdf (nota: los datos numerados no coinciden con el texto de este enlace porque el original ya no existe actualmente, pero bueno, puede servir de referencia, en el que aportamos ahora o en otros, o incluso en algún libro).
(2)En
la obra se hace mención a muchos personajes y asuntos mitológicos;
algunos: Heracles, Asclepios, Zeus, Apolo, Coribantes, Delfos, Ulises, Ítaca, Artemis…
(3) Rodrigo García. Agamenón. Volví del Supermercado y le di una Paliza a mi Hijo. Premio UBÚ 2004.
poessía
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