Seguimos con aportaciones de la idea "transhumanismo". En esta ocasión le agradecemos a Francisco Bermúdez Guerra su opinión sobre ello. Nos habla de movimiento filosófico-científico, de algunos riesgos derivados de manipulaciones genéticas y de sobrepasar ciertos límites puramente humanos. Para él la tecnología no es un problema para la humanidad, hay que ver su lado positivo, pero la felicidad en el hombre va mucho más allá de lo técnico estricto. Te invitamos a esta interesante lectura.
El transhumanismo
Es un movimiento filosófico-científico basado en la creencia de que la tecnología puede mejorar al hombre desde el punto de vista biológico y genético. De esta forma, se podrían engendrar seres humanos con cuerpos resistentes a determinadas enfermedades, con ciertos rasgos físicos, e incluso, se podría mejorar su capacidad mental e intelectual.
Independiente de si esto es posible o no, me parece que lo realmente relevante es su ámbito ético y moral. El transhumanismo suena atractivo, sería la respuesta a la utopía de una sociedad perfecta, tal como la describiera Aldoux Huxley en su novela Un mundo feliz. Sin embargo, presenta –en mi opinión- algunos peligros; por ejemplo, la manipulación genética con fines de perfeccionamiento racial, la peligrosa segregación que generaría la división de humanos “normales” y de humanos “mejorados genéticamente”, las desconocidas consecuencias en la naturaleza y en el cuerpo humano de una manipulación genética, y la cosificación de ese mismo cuerpo humano para ayudar a otras personas que no han sido manipuladas en su ADN.
Ahora bien, desconozco la forma de lograr este mejoramiento genético del hombre, no soy científico ni médico, pero sí puedo afirmar que el problema del transhumanismo no está en la posibilidad de hacer realidad este desarrollo sino en su utilización. Como todo avance tecnológico, desde la elaboración de un martillo, pasando por la pólvora, la luz eléctrica y la energía nuclear, el problema siempre es el mismo: su finalidad.
Sería una panacea que los seres humanos nacieran inmunes desde pequeños a ciertas enfermedades, o que fueran más fuertes y más inteligentes, sería algo espectacular; pero si el transhumanismo se utiliza como mecanismo de concentración y aglutinación de poder, estaremos bordeando los límites de lo que se deber hacer y de lo que no se debe hacer.
Obviamente, los avances tecnológicos también han servido para suministrar poder a Estados, a empresas, a organizaciones y a individuos; y si el transhumanismo se utiliza para esto, pues estaríamos frente a una repetición de conductas que nos tienen como nos tienen: al borde de la extinción.
Todo avance tecnológico debe servir para mejorar la convivencia humana, para hacer de este planeta un mejor lugar para vivir sin exclusiones; pero si nuevamente estos avances se desarrollan con la finalidad de dominar y de explotar, no se ha evolucionado.
El gran problema del hombre no es tecnológico, o técnico, es moral. Si viviéramos en un mundo menos avanzado en lo científico, pero más desarrollado en lo moral, nuestro planeta sería un verdadero paraíso. Yo no culpo a la tecnología de los males de la humanidad, al contrario, estos han facilitado un mejor estar y un mejor vivir para el hombre; pero, creer en la premisa de alcanzar un mundo feliz basado exclusivamente en los avances tecnológicos, es una equivocación.
Si se logra la utopía transhumanista pero sin avances morales, lo único que se habrá obtenido es que el hombre viva más años, tal vez cien o ciento cincuenta, pero persistirán los problemas de violencia, de hambre, de injusticias, de guerras, de conflictos. ¿Por qué? Es fácil de explicar; el instinto de dominación y de acaparamiento de recursos por parte de unos cuantos siempre llevará a que hayan personas marginadas, excluidas; esas personas que se sienten discriminadas harán todo lo posible para conseguir su supervivencia, y volveremos al problema de siempre: creación de bandas delictivas, terrorismo, crimen, aberraciones, etc.
Si los seres humanos logramos convivir pacíficamente entre nosotros, con o sin manipulación genética, crearemos una sociedad de ilimitado bienestar y de verdadera felicidad. Si se llevan y se aplican los mismos valores –que ahora padecemos- a un mundo transhumanista, tendremos los mismos problemas de ahora.
¿Se puede manipular al hombre genéticamente para que sea mejor moralmente? Yo creo que no, y como ya dije no soy ni científico ni médico, pero sí soy sensato, o por lo menos pienso con los pies en la tierra. La moralidad o inmoralidad del hombre no están basadas en su composición genética; están basadas en los valores que residen en su alma, en su mente, en su conciencia; sobre algo no físico, no genético, no corporal. Para mejorar al ser humano moralmente solo hay una vía: modificar sus hábitos a través de la educación, de la cultura.
La utopía transhumanista sin valores positivos podría transmutarse en una distopía, en una pesadilla; el avance tecnológico de la sociedad humana debe caminar paralelamente a un avance moral, ya que lo uno sin lo otro lo podríamos comparar al símil de un perro tratando de morderse la cola. Bienvenida la discusión…
Con el permiso preceptivo del autor:
(1) Bibliografía (recogida de su sitio web):
Nació en Bogotá
(Colombia). Se graduó de Bachiller académico del Colegio Réfous, donde estudió
con el mítico rector monsieur Roland Jeangros. Entró a estudiar Jurisprudencia
en el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario, donde se desempeñó como
monitor académico de cátedras como Teoría Económica con el célebre doctor
Ernesto Caballero, y Hacienda Pública. Fue aceptado como miembro del Consejo
Editorial de la revista Temas Jurídicos, en el cual sólo tenían asiento nueve
estudiantes que comprobaran su suficiencia académica y su inclinación por la
investigación. Elegido por el Consejo Editorial de la Revista Temas Jurídicos
como Director General de la misma. Se graduó de Abogado en 1999. Siendo miembro
de la revista Temas Jurídicos escribió artículos como “Aproximación al derecho
económico a través de la banca central” en coautoría con el doctor Bernardo
Salazar, “La responsabilidad política y penal del Presidente de la República”
en coautoría con el doctor Raúl Sánchez, y “ La soberanía ante los procesos de
integración”. Ingresó a prestar sus servicios como abogado de la oficina
jurídica del Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos
(INVIMA) desde septiembre de 1999 hasta marzo de 2.006. En el año 2002 fue
designado como catedrático de la Universidad del Rosario de la materia
Conceptos Jurídicos Fundamentales, donde también ha sido profesor de Derecho
Civil Personas y Familia en 2011. Ha sido igualmente conferencista invitado en
la Facultad de Filosofía de la Universidad del Rosario en la Cátedra Bogotá, y
en el Diplomado de Control y Vigilancia Sanitaria de la Escuela Superior de
Administración Pública (ESAP). En el año 2006 crea el Blog jurídico de Francisco Bermúdez
Guerra, sitio virtual en el cual se han publicado artículos de materias como
Derecho Constitucional, Derecho Comercial, Derecho Civil, Derecho Penal,
Propiedad intelectual, Derecho Administrativo, entre otras. También, en los
últimos años, ha sido impulsor de las ideas de cooperación y ayuda, a través
del Blog FBG Filantropía. En 2008 junto con
otros autores crea el blog colectivo "Reunión de blawggers internacionales". En 2009
participó como conferencista en el Primer Encuentro de Blawggers (autores de
blogs jurídicos) celebrado en la Universidad Externado de Colombia.
Coautor del libro "Los blogs
jurídicos y la web 2.0 para la difusión y la enseñanza del Derecho". Fundador de Blawgs
Global Society. En 2011 participó como conferencista en
el Foro "La importancia de América Latina en el siglo XXI"
compartiendo panel con el ex presidente de Colombia Alvaro Uribe Vélez y los
profesores Enrique Serrano y José del Carmen Ortega. Autor de las
novelas "La dignidad de los soldados del tiempo dorado", "Venus
sonríe como tú", "El unicornio del bosque de las mariposas",
"Robots en índigo", "Capricornio mágico",
"Arikayasis" y "Afrodita celeste en los templos de
cobre". Recientemente ha publicado varios ensayos en la página web "Razón
Pública". Fundador e impulsor del proyecto
cultural "Arikayasis". Fundador y director de FBERMUDEZG MEDIOS.
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