Ricardo Guadalupe regenta un sitio web más que interesante, en él puedes leer asuntos tan variados como "Las palabras", "Lecturas", "Relatos con abrelatas", "Literatura Hispanoamericana", "Frases en el muro", etc. Ha publicado un primer libro, "Palabras literarias"... Todo ello y más en TIENES MI PALABRA. Os dejamos ahora con un poema suyo, "El autómata", que comienza con una inspiración y acaba con otra inspiración, el último verso.
El autómata
Inspiro y espiro
Inspiro y suspiro
Inspiro, inspiro y aguanto la respiración.
Al principio todo es calma y quietud
siento los latidos como si un reloj
estuviera marcando el paso del tiempo.
Comienzo a soltar el aire
y con él los recuerdos.
Empiezan a estrangularse mis pulmones.
Trago saliva y me concentro en el momento en que,
cuando era pequeño, me arranqué de un portazo
una muela que tenía atada al picaporte.
Mi vida y mi muerte mantienen un pulso.
Ante mi boca una gran ola de aire espera para romper
y continuar su ir y venir inundándome y secándome después.
¿Qué ocurriría si todo se detuviese,
si los anillos de Saturno dejaran de rotar,
si los ñus del Serengeti dejaran de migrar,
si dejara de desear cosas imposibles?
Mi resistencia expiró y la gran ola de vida se precipita dentro de mí.
Poco a poco la máquina normaliza su funcionamiento.
El autómata ganó el pulso con su principal arma: La ignorancia.
Inspiro y suspiro
Inspiro, inspiro y aguanto la respiración.
Al principio todo es calma y quietud
siento los latidos como si un reloj
estuviera marcando el paso del tiempo.
Comienzo a soltar el aire
y con él los recuerdos.
Empiezan a estrangularse mis pulmones.
Trago saliva y me concentro en el momento en que,
cuando era pequeño, me arranqué de un portazo
una muela que tenía atada al picaporte.
Mi vida y mi muerte mantienen un pulso.
Ante mi boca una gran ola de aire espera para romper
y continuar su ir y venir inundándome y secándome después.
¿Qué ocurriría si todo se detuviese,
si los anillos de Saturno dejaran de rotar,
si los ñus del Serengeti dejaran de migrar,
si dejara de desear cosas imposibles?
Mi resistencia expiró y la gran ola de vida se precipita dentro de mí.
Poco a poco la máquina normaliza su funcionamiento.
El autómata ganó el pulso con su principal arma: La ignorancia.
Con el permiso del autor (© Ricardo Guadalupe)
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