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La tarde invernal se asienta
con olor de "bistec" en los pasadizos.
Son las seis.
Colillas quemadas de humeantes días.
Una ráfaga de lluvia envuelve ahora
los sucios pedazos
de marchitas hojas por los pies,
y a la esquina de la calle
un caballo de punto humea y patalea,
y se encienden los faroles después.
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T.S. Eliot
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Se queja un gran gusano o metro,
se retuerce a gritos en las tripas urbanas.
Una mujer abanica un manojo de segundos.
Este momento alberga
la superficie de un domingo.
Una tarde se posa sobre éste,
una alfombra persa,
una pléyade
de pisadas desnudas ya no célebres.
Entre anillos del gusano, una puerta se abre,
cuando se pliega un libro.
Hay un camino azul.
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poessia
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