en aquellos momentos que surgen como vórtices humanos.
Soledad es un lugar perdido entre la bruma.
La muerte espera solitaria, disuelta como sal.
Hay unas manos invisibles que esculpen cristales o lexemas,
para formar metáforas y símbolos, sinécdoques y metonimias
de toda índole o razón.
Hay una esencia invisible que insufla inyecciones de memoria
e insufribles viajes a través del tunel del tiempo...
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Vomitó desde su boca un cuchillo de palabras afiladas.
Apenas unos centímetros separaban su espacio del mío.
El tren era una barca.
La estación una porción de mar, y el mar un Pacífico.
Vomitó desde su boca conejitos no blancos,
no conejitos de Cortázar, literatura... ¡no!
Vomitó mi angustia, vomitó la tensión reminiscente en el vagón.
Yo, vomito monemas entre la arena y el agua.
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poessia
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imagen:urielpascual.blogspot.com